Un día para recordar: el oficio de ser ciudadano, 11 de septiembre de 2014

Hoy lo tengo complicado para explicar la experiencia colectiva vivida el jueves pasado en las calles de Barcelona. Por tanto este post es más una expresión de mi vivencia personal que un intento de explicar y analizar la manifestación de la V del día 11 de septiembre, la Diada de 2014. Creo que las imágenes que habréis visto hablan por sí solas. Una multitud de ciudadanos alegres, ilusionados, y a la vez conscientes de la responsabilidad y el compromiso que implica mantener viva la reivindicación. Una multitud feliz de comprobar una vez más que somos muchos los que queremos un futuro diferente -la independencia de Cataluña-, y que estamos dispuestos a lucharlo juntos por las vías democráticas a nuestro alcance. La primera y prioritaria: la consulta del 9 de noviembre. Y yo, de nuevo, con esta sensación de ¡qué suerte tengo de vivir en Cataluña en estos momentos!

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Una de las cosas mejores de sumergirse en una movida como la del 11 de septiembre es sentir con intensidad esa emoción que activa lo mejor de nosotros mismos, como personas y como ciudadanos. No es una emoción irracional o fanática, como muchos piensan o quieren hacer pensar. Es una emoción sincera, honesta, serena, que nos conecta con una dimensión de nuestra persona que tantas veces tenemos olvidada: la dimensión política. Como bien decía Aristóteles la persona es zóon politikon (animal político). Perdonad la filosofada, pero no me he podido contener.

Es esa emoción la que recupera para nuestra conciencia nuestra dimensión política, y recupera para nuestra acción diaria el oficio de ser ciudadano. Ese segundo oficio que tenemos todos y del que todos somos aprendices y maestros a la vez. Ese oficio que nos tocará ejercer cada día hasta el 9 de noviembre de una manera muy especial. Un oficio que sólo se hace bien si se hace con esa motivación que nos conecta con lo mejor de nosotros mismos.

El jueves pasado en la calle estábamos ejerciendo de ciudadanos y  a la vez recordando cuáles son las tareas de ese oficio. Las que tenemos ya dominadas cada uno, y aquellas en que nos falta estudiar o practicar. Recordando cuáles podemos perfeccionar por nosotros mismos y cuáles sólo se pueden ejercer si las instituciones políticas que hemos elegido hacen bien su papel.  Recordando la lucha de tantos ciudadanos que ha hecho posible que estemos hoy aquí, desde los ciudadanos de la Barcelona de 1714 hasta los de anteayer. Recordando que es un oficio que sólo se puede hacer en grupo, organizándonos desde la cooperación generosa y responsable.

Y en este segundo oficio todos los que salimos a la calle el día 11 somos iguales: trabajadores, parados, precarios, cuidadores, activistas, directivos, intelectuales, artistas, técnicos, profesionales de los diferentes ámbitos, deportistas, políticos… y a la vez cada uno lo adapta a su vida habitual. Las competencias y técnicas que hemos perfeccionado en nuestros distintos oficios y experiencias las podemos utilizar en estos meses para mejorar nuestro desempeño del oficio de ciudadano: capacidades comunicativas, técnicas, de análisis, de organización, de logística,… Y también podemos aprovechar los espacios de incidencia social que cada uno tenemos. De la conversación tú a tú con nuestros vecinos y amigos, hasta las declaraciones de los que tienen proyección pública. De las actividades en familia o en las asociaciones en las que participamos en nuestro día a día, hasta la participación activa en campañas y eventos varios.

Y todo esto por supuesto asumiendo riesgos y aceptando un grado de incertidumbre que no es menor. ¡Son los gajes del oficio!, del oficio de ciudadano. No somos unos descerebrados ni unos ingenuos. Somos conscientes de las dificultades de la articulación de nuestras reivindicaciones democráticas con la legalidad vigente, del reto que supone ejercer la muy probablemente necesaria desobediencia civil. Vivimos cada día el milagro de sumar personas y grupos diferentes, un milagro que en muchos momentos camina por la cuerda floja. Comprobamos una y otra vez que los cambios generan resistencias y bloqueos en las personas y en las organizaciones. Sentimos, y sufrimos,  la tensión que genera la lucha de intereses, de los legítimos y de los que no lo son. Pero estamos convencidos de que saldremos adelante, ¡y con el arte del buen oficio!

Cuando estábamos el la V teníamos la sensación de vivir un día histórico que todos recordaremos dentro de un tiempo. Lo recordaremos como un día importante en nuestra biografía y también en la historia colectiva de la sociedad de la que formamos parte. Lo recordaremos porque nuestro presente será resultado del futuro que soñamos un 11 de septiembre de 2014. Del futuro que soñamos juntos en la calle; pasando calor, riendo, aplaudiendo, cantando, abrazándonos, y haciéndonos fotos. Cargándonos de la energía política que necesitamos para construir ese futuro que sólo es posible si todos, todos, hacemos nuestra parte del trabajo.

31 comentarios en “Un día para recordar: el oficio de ser ciudadano, 11 de septiembre de 2014

  1. Ser ciudadanos a través de la desobediencia civil. Eso si que es guay! Es decir no respetar leyes democráticas, aprobadas por la mayoría. Las leyes, cuando no gustan, se cambian, eso si, con mayorías parlamentarias. No hay atajos, al menos en democracia.

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    • Hablo de la desobediencia civil al Tribunal Constitucional si decide en contra de una reivindicación democrática legítima. Ya tenemos un precedente: recortó un Estatuto votado en el PArlament y el Congreso y votado en referndum. ah! y las leyes siempre se pueden cambiar para mejorar la calidad democracia, y muchas veces los procesos de cambio incluyen algun momento de desobediencia civil, aunque luego solo se completan en los parlamentos ;-). Aqui en Cataluña hay una mayoría parlamentaria que da apoyo a la convocatoria de la consulta,no?

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    • Qué gracia me hace cuando alguien insiste en apelar en cambiar las leyes a sabiendas que estas jamás se cambiarán para beneficiar ni un ápice a los catalanes! Entonces, pregunto, ¿cómo se hace para solucionar el tema? ¿Nos esperamos un tiempo a que cambien gobiernos? ¿2 años? 5? 25? 300 más? Esto ya no tiene vuelta atrás. Quién se cree a estas alturas de la película que van a conceder ni un milímetro (justo, por cierto, para eso contribuye como el que más para que gente como el presidente de extremadura haya anunciado, alardeando, que bajará los impuestos de sus ciudadanos en 2015)? ¿Quién piensa a estas alturas que para la independencia de un territorio se tenga que preguntar a territorios aledaños con una desproporción de habitantes de 40 a 5??? Vamos, va, las revoluciones más importantes del mundo se consiguieron jugando a cambiar leyes injustas por otras justas a gusto del consumidor? Es que alucino. Tamos tontos o qué? O sea, el gobierno propone que se anularan las leyes del matrimonio homosexual, por poner un ejemplo y si no hubieran salido en tromba a la calle, de golpe el gobierno se lo hubiera pensado? A ver si nos damos ya cuenta los que vivís en el estado español que aquí se nos machaca nuestra lengua materna (conoceis los casos de Valencia y Baleares? Creo que no), nuestra economía maltrecha, nuestras leyes, estatuts, se nos envía día sí, día también al TC a bailar la samba…… que no, que quedaros con vuestras leyes, vuestros políticos, aquí nos quedaremos a iniciar un camino nuevo, que ya lo está reflejando todo el mundo en su prensa diaria, que esto no tiene vuelta atrás y que vamos listos si tenemos que esperar que se acepten propuestas de cambios de leyes y constituciones que votaron personas que ahora tienen edades avanzadas y que no sabían la mayoría lo que votaban y que son incapaces los gobiernos actauales de adecuarlas a las nuevas formas de vida, a la nueva economía, a la juventud, a las leyes de un presente que no existe para españa, porque vive anclada en la dictadura más férrea. En mi caso y en el seguramente la totalidad de personas que ocupaban las calles el día 11, el camino ya es otro, y las leyes, os las comáis aliñadas a vuestro gusto campero.

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      • De pasada: se macha la lengua marterna de más del 50% de la población que es castellano-parlante y que tiene una presencia testimonial en la enseñanza pública.

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      • De pasada: se machaca la lengua marterna de más del 50% de la población que es castellano-parlante, el castellano tiene una presencia testimonial en la enseñanza pública.

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      • Eso es totalmente falso, no se machaca. Soy profesora de secundaria, nuestros alumnos salen con el mismo nivel de castellano que los del resto del Estado. Se hace inmersión en catalán para defender la lengua propia que si no si que tendria peligro de ir disminuyendo. No conozco ningun catalanohablante que no utilice el castellano como mínimo una vez al dia (medios de comunicación, libors, peliculas, juegos de ordandor,…) y sin embargo mucha gente castellanohablante vive perfectamente en Cataluña sin usar el catalán en su dia a dia. Yo misma desde 2005 a 2009 que empecé a soltarme con el catlán. Y nunca he tenido problema!

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      • Algo no funciona Elvira. Después de 30 años de inmersión linguistica, el uso de la lengua catalana sigue siendo el mismo que al principio. Ni ha sido un factor de integración-cohesión social como se aduce. La UNESCO y diversas autoridades educativas del mundo recomiendan (y lo establecen como un derecho) la educación inicial en la lengua materna. Es de perogrullo. El caso catalán de inmersión linguistica es unico en el mundo, es raro y es, fundamentalmente, discriminatorio con el castellano. (no es así ni en Galicia, ni en el País Vasco). Modelos alternativos y más respetuosos hay muchos. Pero los nacionalistas han decidido hacer un uso politico del tema (quizas el principal activo de los nacionalistas) y han conseguido que los que nos oponemos o al menos criticamos la inmersión, seamos catalogados como «fachas». Esta manera de «dialogar» dificulta enormemente el diálogo y el debate, que seria fundemental para avanzar en el tema.

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      • No estoy de acuerdo. La mayoria de la población de Catalunya se defiende bien en los dos idiomas, catalan y castellano, y eso ha contribuido a la cohesión social y a que todos nos sintamos miembros y ciudadanos de Cataluña. Lo que es un drama es separar a los alumnos como se hace en Valencia. Conozco bien la diferencia porque he sido profesora en los 2 sistemas

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      • No hablo de separar en diferentes escuelas, sino de que haya dos lenguas vehiculares en la enseñanza, el catalán y el castellano, y no que el castellano sea marginal, como sucede hoy, como si fuera una lengua extranjera. Es una lengua oficial en Catalunya (al govern se le «olvida») y los padres de habla castellana tienen el derecho a que sus hijos se eduquen también en castellano. ¿Cual es el problema que haya dos lenguas vehiculares a partes iguales? Con dos horas de castellano a la semana es poco probable que aprendan bien el castellano.

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      • Lo siento, pero eso pedagógicamente no es así. Primero: los alumnos salen de la enseñanza con modelo de inmersión con un nivel de castellano y catalán equiparable, y también con un conocimiento del castellano equiparable al del resto del estado. La única manera de preservar la lengua minoritaria es reforzar su uso en la escuela y en ottros ámbitos de la sociedad. El castellano lo usamos todos cada dia en Cataluña, también aquellos que no es su lengua materna (medios de comunicación, novelas, cine, etc)

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      • Un niño tendrá menos dificultades de aprendizaje si su primera enseñanza es en la lengua materna. Eso no puede discutirlo nadie. ¿Es eso más importante que conservar el catalán o es menos importante? Esa es la pregunta que hay que contestar. Yo creo, además, que no son incompatiables. Y que podemos asegurar una presencia conjunta de ambas leneguas en la enseñanza. El aprendizaje en la lengua materna deberia ser innegociable en una comunidad donde existen dos lenguas oficiales. El nacionalismo catalán no respeta en los hechos esta co-oficialidad y no respeta el principio pedagógico aludido. Que luego en la sociedad se utilice más el castellano que el catalán,…. qué le vamos a hacer! Es así, no se puede evitar, el castellano es una lengua muy potente en el mundo, como el inglés. Ante la aberración de la frase del ministro Wert de españolizar la escuela en Catalunya, la consellera Rigau propone lo mismo pero al revés, catalanizar la escuela en Cataluña. La lengua como instrumento politico, he ahi el origen de este lio.

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      • Lo de la cohesión social es un invento. Nuestra sociedad es bilingue (y lo seguirá siendo) y eso es un activo y es bueno que sea así. Pero la Generalitat ha decidido catalanizar la enseñanza y todo lo público. (la cara inversa o el mismo enfoque de la «españolización» del ministro Wert). Ha decidido despreciar el casatellano y considerarlo lengua de segunda categoria. Eso si que es atacar la cohesión social cuando más de la mitad de los catalanes utilizan normalmente el castellano.

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  2. Elvira, tú misma lo has dicho, «y las leyes se pueden cambiar». Eso es lo que hay que hacer. Pero aducir la desobediencia civil es contradictorio con esa evolunta de cambio. Me parece contradictorio decir que las leyes de pueden (y deben) cambiar con la desobediencia civil. La desobediencia civil en un pais democrático es algo muy grave (por más que nos parezca que el motivo de la desobediencia es justo). Ten en cuenta que pueda que lo sea para tí y para unos cuantos pero no para todos. Ser ciudadano es luchar por los derechos ciudadanos (de ciudadanos como individuos) dentro de un marco legal aceptado por todos. No, no puede haber momentos de desobediencia civil, salvo que estuvieramos en una dictadura, que no es el caso. El marco constitucional español fue aprobado por toda la ciudadania en su momento. Si no nos gusta habrá que cambiarlo por via legal. La mayoria parlamentaria del Parlament de Catalunya no tiene competencias (legales) para legislar sobre la separación de España. Por lo tanto no comparto decir que tiene legitimidad para hacerlo. Lo del Estatut recortado daria para otro comentario, pero el Tribunal Constitucional tiene plena legitimidad para revisar y recortar un estauto de autonomia, si considera que hay aspectos que no son constitucionales. Y lo que recortó iba contra la constitución, sin duda. En democracia la legalidad tiene que coincidir con la legitimidad. En todo caso creo que el debate sobre la dimensión jurídica es solo una parte de este lío, lo importante es la politica y el ejercicio de la ciudadanía ante un desafío como el el que plantean los que proponen levantar fronteras.

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    • y yo te repito que el proceso de cambio de muchas leyes se ha comenzado con un momento de desobediencia civil. Sobretodo cuando las leyes se usan para restringir derechos fundamentales. Además en este caso no se desobedecería una ley sino una sentencia del TC que haría una interpretación restricitiva de la Constitución. Mucos constitucionalistas han explicado que se puede hacer una interpretación de la Constitución que si permite hacer una consulta legal, que la decisión es política, no jurídica

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      • Pero lo que sentencie el Tribunal Constitucional es lo que vale y a lo que debemos atenernos si es que decidimos respetar el marco democrático realmente existente. No vale decir que el Tribunal hace una lectura restrictiva y que (por tanto) tengo libertad para saltarme esa resolución. La Generalitat ha recurrido en innumerables ocasiones al Tribunal Constitucional para derimir conflictos con el estado central en torno a asuntos competenciales. Muchas sentencias le fueron favorables, otras no. Lo que no vale es decir, ésta la acepto, ésta no. Es un poco infantil todo esto. Si extendieramos la desobediencia civil a otros ambitos del a vida en común (pago de impuestos, por ejemplo), donde la gente tuviera libertad para decidir si la ley es justa y actuar en consecuencia, esto podria ser la selva.

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      • ¿Cual es el derecho fundamental que está siendo restringido o anulado? El llamado «derecho a la autodeterminación» es un derecho que no existe para el caso de Catalunya. Ya lo estableció la ONU solo para casos coloniales o de opresión de un pueblo. La independencia se puede plantear como objetivo político, pero no como derecho pre-existente. En todo caso, que derecho seria ese, en el caso de Catalunya cuando: a) Catalunya es una región rica que ha prosperado luego de unos cuantos siglos dentro de España, b) Sus rasgos de identidad propia (cultura, lengua, etc.) han sido respetados y posee un nivel de competencias que ya quisiera cualquier región de Europa; c) participa democráticamente en las instituciones españolas; d) se trata de una sociedad mestiza, con multiples identidades, fuertemente interrelacionada con el resto de España. En este marco, plantear un objetivo politico que supone dejar (al menos) a la mitad de la población sin su nacionalidad actual y separarse de Europa, resulta al menos discutible. Vamos, que se necesitaria una reflexión en serio, una verdadera deliberación sobre pros y contras, un espacio de dialogo que no parece gustar a los que «ya» han decidido ser independientes.

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      • La desobediència civil no se decreta ni se autoriza. Seria una contradicción. Ahora, eso sí, atente a las consecuencias. Porque deberiamos preguntarnos: ¡quien desobdece, con qué motivo, y a quién? La supuesta republica independiente de Catalunya también se enfrentará a este dilema: que la gente quiera desobedecer asuntos que considere que están definidos por leyes injustas. Sería de nunca acabar….

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  3. La desobediencia civil se realiza por motivos politicos ya que se realiza como estrategia politica, para conseguir un cambio en la legislación. Mientras que la objeción de conciencia se realiza por motivos de conciencia, ya que la normativa entra en colisión con la conciencia del individuo, pero no se busca el cambio de la normativa y por tanto no hay una estrategia politica detrás. La objeción de conciencia no es un tipo de desobediencia civil, entre otras diferencias, la objeción puede ser institucionalizada, es decir, amparada por el ordenamiento, a diferencia de la desobediencia civil. Rawls decia que la desobediencia civil podria justificarse para denunciar leyes que un determinado colectivo considera injustas, pero en ese caso, si somos verdaderamente demócratas, deberemos aceptar la sanción o pena que la desobediencia civil conlleva.

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    • Mira, Fernando, yo entiendo tu/vuestra posición. Es la posición del que siente rabia de que le abandonen, cuando él se cree propietario de esa persona que osa abandonarlo. Yo quiero preguntarte de muy buena fe… ¿qué sientes cuando un millón ochocientas mil personas están diciendo que quieren separarse de ti, vivir su vida en paz? ¿Cómo puedes obcecarte en obligar a toda esa orda de personas alegres, pacíficas, tranquilas, de todas la edades, de toda condición, a pertenecer a un estado del que no sienten ningún tipo de aprecio? ya no hablamos de los políticos, estamos hablando de personas, con vidas, familias, problemas, sentimientos…. y tú y gente como tú, obligais con esa cosa extraña en la mano que se llama constitución, leyes arcaicas creadas por hombres de dudosa transparencia, votadas en tiempos post franquistas en los que una portada en interviu era casi para desmayarse por gentes que no sabían ni lo que votaban, pero que lo hacían porque les parecía mejor que lo anteriormente vivido….. ¿cómo pensais obligar a toda esta gente a vivir en un pais que, sinceramente, desprecian? No lo entiendo, no lo puedo entender. Sinceramente ¿conoces la historia de lo que pasó hace 300 años? No crees que los descendientes de esas personas que dieron su vida por la libertad de una nación se merecen volver a vivir en una nación libre? Por favor, respóndeme sin la constitución en la mano, sin apelar a las leyes que un partido corrupto como el que más, cuyo presente es el caso Bárcenas, el caso Gürtel y mil mas, apelan día tras día. ¿No crees que es obligar a toda una población a vivir en una cárcel perpétua? Ya no podemos más…. somos una nación, histórica, pasada, presente y en la búsqueda de su futuro. Nadie tiene en su mano el poder de obligar a nadie a ser lo que no quiere ser. Es cruel, es humillante. Me siento humillado desde que nací. Quiero ser libre. Quiero mi libertad. ¿tanto cuesta entenderlo? Deseo con todo mi corazón que jamás te impida nadie votar en tu vida. Es cruel y muy frustrante. A mi, españa, sinceramente, me impide ser yo mismo, pensar y sentir.

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      • Javi,
        Yo no siento rabia y no me siento propietario de nada ni de nadie. Hablo por mí, exclusivamente, no represento ni soy portavoz de nadie. Yo no dudo que hay un sentimiento muy extendido en Catalunya para separarse de España. Sobre qué entendemos por «aprecio a un Estado», quizas estemos hablando de cosas diferentes. Yo no siento ningun aprecio por un ente llamado España; siendo responsabilidad, respeto, y soy consciente de ser ciudadano de una comunidad politica que se ha dotado de un marco de conviivencia y de unas leyes. (después de tanta dictadura). No tiene nada que ver con banderas, con derechos históricos y con afectos patrioticos o con cosas por el estilo. Por supuesto, que podemos cambiar ese marco de convivencia (por cierto, marco que nos ha permitido vivir de forma pacifica, (el periodo mas largo de democracia en España y en Catalunya). Somos personas diferentes y diversas (cultura, lengua) pero iguales en tanto que ciudadanos (los mismos derechos, las mismas libertades. Sí, hay que tratar de encajar ambos asuntos (diversidad e igualdad). Pero me parece que exageras cuando dices que estamos en una cárcel pepetua o que pones por delante tu pertenencia o tu forma de sentirte catalán, al de ciudadania. Si piensas que es imposible congeniar ambas dimensiones, entonces sí que no queda otra alternativa que la independencia. Pero, por favor, hacedlo con razones por delante, con argumentos, y no con pasiones desenfrenadas e incontenidas. Piensa que al menos un 50% de las personas que vivimos en Catalunya, no queremos la independencia que consideramos que podemos seguir en España viviendo en paz. No se trata de «toda una población» como dices.

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  4. «…al menos un 50% de las personas que vivimos en Catalunya, no queremos la independencia que consideramos que podemos seguir en España viviendo en paz…»
    Creo que una buena manera de saber cuántos somos los que opinamos de una marea y de otra es preguntarle a la población. Si cada ciudadano se manifiesta nadie puede decir «somos tantos» o «somos cuantos». Sólo hay que contar papeletas.

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      • No. Es que yo no quiero saber cuantos somos. No todo debe ser preguntado a unos ciudadanos en una democracia. Hay preguntas que fracturan, que dividen, que crean tensiones, basadas en emociones y no en razones. Lo estamos viviendo ahora, esto es ruido no debate democrático. Lo del 50% lo digo porque creo, numero mas numero menos, eso es lo que pasaria, no os quepa duda, como podemos comprobar en Escocia. Ahora resulta que un 45% de los escoceces se sienten profundamente perdedores y la sociedad escocesa está menos cohesionada, proque se les ha llevado a responder con un si /no, con un todo o nada, a temas muy complicados, donde no es facil calibrar efectos y consecuencias de una decision para toda la vida. El derecho a decidir es, tal como lo plantean los partidos soberanistas, directamente un engaño, una tontería que no existe en ningun lado como concepto. Si se pide el derecho a decidir, que se continue la frase: «a decidir qué». . A mi si me preguntan si estoy a favor del derecho a decidir, diré: depende sobre qué se quiera decidir. Por que decidir, lo que se dice decidir, sobre los asuntos de la comunidad, nos pasamos decidiendo a través del voto, año sí, año también. Si es sobre levantar una frontera, fracturar nuestra sociedad, y salir de la Unión Europea, diré que no estoy de acuerdo con preguntar sobre ese despropósito. Finalmente, si se trata de decidir sobre algo, por favor pongamos razones por delante, no meras emociones.

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